A pesar de su intento de escape, la sombra de Yekta continúa acechando a Aylin. Descubre sus planes y la violencia se intensifica, dejándola acorralada y luchando por proteger a sus hijos y mantener su secreto a salvo. En medio de la oscuridad y la incertidumbre, encuentra consuelo y apoyo en su hermano y cuñada, quienes se convierten en su refugio seguro.