Dos décadas después, Kuzgun regresa a Estambul, ya no como el niño vulnerable que fue, sino como un hombre implacable, decidido a vengarse de los responsables de la caída de su padre. Su vida está consumida por un único propósito: ajustar cuentas con Rifat, el hombre que arruinó su vida y la de su familia. A lo largo de su camino, Kuzgun se enfrenta a obstáculos y enemigos poderosos, entre ellos su medio hermano, Cihan, quien tiene información crucial sobre los verdaderos eventos que llevaron a la condena de su padre. En esta búsqueda por la verdad, Kuzgun descubre que nada es lo que parece y que los secretos del pasado son mucho más oscuros y profundos de lo que imaginaba.