Mehmet y Zeynep, enfrentando dificultades en su relación, deciden tener un hijo como un intento de reconciliación. Sin embargo, su embarazo está lleno de ansiedad e incertidumbre, lo que afecta al bebé por nacer, Metin. En el útero, Metin se encuentra con Kudret, otro feto con una perspectiva nihilista que lo hace cuestionar el valor de la vida. A pesar de llegar al mundo en una familia con problemas, el nacimiento de Metin brinda un breve destello de esperanza. Sin embargo, su desaparición repentina sumerge a Mehmet y Zeynep en un abismo de desesperación.
Después de descubrir que Metin ha regresado al útero, Zeynep recibe una llamada del futuro Mehmet, lo que la lleva a reconsiderar darle otra oportunidad al bebé. Deciden intentarlo nuevamente, pero las expectativas de Zeynep chocan con la realidad de Mehmet. A medida que Metin crece, su pesimismo y reserva lo llevan por caminos difíciles, mientras que la relación entre los tres se desintegra lentamente, marcada por la falta de entendimiento y las luchas internas. Metin, enfrentando su propia batalla por encontrar un propósito en la vida, se convierte en un reflejo de las luchas de sus padres mientras intenta encontrar su lugar en el mundo.