Todo cambia para "Los Desarraigados" cuando encuentran a Ayşe, la bebé abandonada en un basurero. La compasión y el deseo de protegerla despiertan en ellos un instinto maternal y paternal, y comienzan a cuidarla como si fuera su propia hija. La llegada de Ayşe no solo añade un nuevo desafío a sus vidas —encontrar recursos para alimentarla y cuidarla— sino que también les proporciona una razón más para luchar. Este acto de bondad ilumina la oscuridad que los rodea, permitiéndoles ver que incluso en sus condiciones difíciles, pueden hacer una diferencia en el mundo.